Yo Roboc...
Enloquecido entre las leyes de la robótica de Asimov y las innumerables películas donde sus hermanos intentan convertirse en algo más "humano", Julito se ha adherido innumerables artilujios, sin lograr sentir como él cree que la "humanidad" se siente en el interior.
En sus momentos más desesperados y pensando que "Reebok" era alguna compañía de calzado a cargo de un camarada, invadió sus oficinas centrales en busca de un calzado dignificador... obviamente sin éxito.
Talvés la paradoja más particular es que, sin saberlo, ya es más humano que muchos que creen serlo. Admirable resulta también para muchos, que se atreva a tener un corazón tan expuesto al mundo...